“Sonríe, respira y ve despacio.” No hay nada mejor que eso."
Thich Nhat Hanh
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Tuvimos la increíble oportunidad de entrevistar a dos monjes Zen que han pasado largos períodos de sus vidas en monasterios. Compartieron con nosotros algunos de los hábitos esenciales que practican.
Como probablemente ya sepas, el Zen se trata de experimentar la meditación en nuestra vida diaria. Es posible que no quieras convertirte en un monje Zen tú mismo, pero puedes vivir de manera más parecida al Zen siguiendo algunas reglas simples.
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1. Haz una cosa a la vez
Haz solo una cosa, lo que sea que estés haciendo. Cualquier cosa que demande tu presencia, estás allí para ello. Los monjes Zen viven de manera que están totalmente y completamente enfocados en la tarea que tienen entre las manos. Un proverbio Zen dice: "Cuando camines, camina. Cuando comas, come". Esto promueve una mayor concentración y atención plena.
El "multi-taslking" no solo se ha demostrado que es ineficaz, sino que también es perjudicial para nuestra salud. Comprometerte a hacer siempre una cosa a la vez significa vivir con mayor claridad y rendir de manera más efectiva en todo.
2. Haz cada cosa con todo tu ser
“Haz algo como si te quemaras completamente, como una buena hoguera, sin dejar rastro de ti”
Shunryu Suzuki
Hacer algo con todo tu ser significa vivir con conciencia y concentración en cada momento. Esto implica estar totalmente inmerso en esa única tarea con toda tu atención. Y, por supuesto, pueden surgir ruidos externos, pensamientos y otras distracciones, pero estás enfocado en tu tarea y recibes todas las demás interrupciones conscientemente como parte de la experiencia.
Debes ser suave pero persistente. Estás despierto, presente aquí y ahora. Esto marca una diferencia significativa en la calidad de tu experiencia cotidiana.
3. Trabaja diligentemente y suelta tus apegos
Los monjes Zen trabajan diligentemente para alcanzar el satori, o la iluminación. Están constantemente conscientes de la precariedad de la vida que se nos ha dado y del principio de impermanencia: nada dura, nada se puede agarrar o retener. Ser diligente en tus esfuerzos es muy importante, porque este momento es lo único de lo que estamos seguros. Por esa razón, debes trabajar asiduamente para alcanzar la verdadera paz y felicidad.
A lo largo de nuestros días, constantemente resistimos la forma en que son las cosas, ya sea que estemos apegados a algo que nos gusta o que tengamos aversión a algo que no nos gusta. Trabajar minuciosamente no solo es un camino hacia la iluminación para los practicantes Zen, sino que también les da la oportunidad de soltar juicios y apegos, y aceptar lo que es tal como es.
4. Simplifica tu vida hasta lo esencial
Cuando somos adultos, generalmente hemos acumulado muchas cosas a nuestro alrededor que son inútiles o relativamente poco importantes, tanto posesiones materiales como cosas no materiales. El estilo de vida monástico está diseñado para mantener solo lo esencial: alimento físico, un lugar para descansar, una comunidad y la práctica.
Pero ¿cómo decides qué es esencial? El mejor lugar para comenzar es preguntarte si el objeto se usa alguna vez o tiene algún propósito. Además, ¿contribuye a mi bienestar o al de los demás? Si la respuesta es no, no solo no tiene utilidad, sino que a menudo obstaculiza que surjan cosas significativas.
Otra forma de averiguarlo es ir en la dirección opuesta y preguntarte: si tuvieras que vivir con solo unas pocas cosas, ¿cuáles serían?
5. Controla el alimento mental
Si simplificar nuestras vidas hasta lo esencial implica eliminar cosas innecesarias, limitar y controlar el alimento mental se trata de identificar específicamente lo que consumimos que es perjudicial para nosotros y trabajar activamente en eliminarlo.
Con alimento mental me refiero a "comida mental": televisión, redes sociales, libros, relaciones personales, etc. Realmente cualquier cosa que ingerimos a través de uno de nuestros sentidos afecta nuestro bienestar de varias maneras.
El desafío consiste en identificar cualquier fuente de semillas venenosas que nos perturben y trabajar en eliminarlas o minimizarlas, mientras buscamos integran cosas saludables en nuestras vidas.
5. Establece un orden
Para un monje Zen, es muy importante mantener un sentido de orden, una estructura.
Muchos de nosotros nos resistimos a eso, pero generalmente se debe a una falta de comprensión. Piénsalo de esta manera: ¿qué pasaría si pudieras liberar una hora entera cada día para ti mismo si simplemente tomaras el tiempo para establecer una agenda diaria y te apegaras a ella con disciplina? ¿No es esto libertad, en lugar de trabajar todo el día en responsabilidades laborales y domésticas?
Organizar tu tiempo y tener un sentido de orden es vivir de manera intencionada. Eso es lo que un monje Zen llama libertad. Estar medio dormido, inconsciente de lo que hacemos, aunque nuestros cuerpos lo hagan, nos lleva a seguir patrones habituales y ser guiados por los vientos de la vida.
7. Vive como si fueras a morir
"A lo largo de esta vida, nunca puedes estar seguro de vivir lo suficiente como para tomar otro aliento.”
Zen master Huang Po.
Vivir como si fueras a morir significa ser consciente de tu propia impermanencia y la de todas las cosas. La mayoría de nosotros rechazamos cualquier pensamiento sobre nuestro propio fin y el de nuestros seres queridos.
Ser consciente de nuestra impermanencia puede ser una gran fuente de alegría. Es un recordatorio constante de la naturaleza preciosa de esta vida. Nos brinda la oportunidad de experimentarla de manera más profunda.
8. Exprésate artísticamente
El Zen está muy conectado con las artes porque las artes nos permiten expresarnos completamente y honestamente. Es muy común que un monje Zen adopte alguna forma de expresión artística, como caligrafía, poesía (haiku) o incluso chanoyu, el "camino del té" japonés.
Cuando nos expresamos de manera libre y espontánea, permitimos que todo nuestro ser se manifieste. Nuestras dudas, miedos, resistencias… cualquier cosa que nos perturbe, desaparece. Es un proceso muy purificador y una forma agradable de meditación.
Encuentra algo que sea adecuado para ti y conviértelo en una práctica regular: cuando trabajes, sé consciente de cómo surgen el miedo, la ira y el juicio: "estuvo horrible", "no soy lo suficientemente bueno", "no puedo hacer esto". Sigue haciéndolo hasta que no te interpongas en tu propio camino, hasta que expreses tu yo auténtico sin restricciones.
¿Puedes hacer lo mismo en tus acciones cotidianas? ¿Te atreverías a vivir sin obstaculizarte a ti mismo?
9. Vive el camino medio de Buda
El "camino medio" de Buda es un principio que fundamentalmente dice que no debemos permanecer en ningún extremo al hacer algo. Tomemos un ejemplo simple:
No debemos callar sobre cuestiones importantes, debemos hablar y expresar nuestra opinión. Pero, por otro lado, forzar a otros a que sigan lo que creemos tampoco es bueno. Así que debemos mantenernos en el camino medio para lograr una vida equilibrada, libre de excesos y conflictos.
10. Practica Zazen en consciencia
"Zazen es una actividad que es una extensión del universo. Zazen no es la vida de un individuo, es el universo que está respirando”.
Zen master Dogen Zenji.
Esta es posiblemente la práctica más importante en toda esta lista. La mayoría iría tan lejos como para decir que sin ella, es imposible practicar el Zen.
Zazen es japonés para "meditación sentada" y se trasladó al inglés cuando el Zen viajó de Japón al Occidente. Es un tipo de meditación muy único y específico.
A menudo se confunde con la práctica de meditación Vipassana, que es muy similar y también se basa principalmente en la atención plena, pero implica nombrar y identificar activamente lo que se nota con la conciencia. En cambio, cuando haces Zazen, simplemente reconoces y permites que las cosas fluyan, como si fueran una nube pasajera en el cielo.
Inspiración: Zen Habits
Acerca del autor
Parte de la familia Xinalani, Andrea es aficionada al yoga y la meditación. Es madre de dos hijos y apasionada de los idiomas y las palabras. Tiene un título en Escritura Creativa y disfruta compartiendo nuevas ideas y reflexiones profundas de una manera divertida y accesible. Es la curadora de la cuenta Instagram @madriguera.mx donde alia zen y diseño de interiores.