El primer día de las madres que pasé siendo mamá, por fin entendí todo el alboroto alrededor de esta fecha. No hay manera de comprender por qué las mamás necesitan tanto reconocimiento hasta que te conviertes en una.
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Cuando estaba embarazada de mi primer hijo, recuerdo muy bien cómo en el día de mi baby shower todas las caras de las mamás a mi alrededor me observaban con lo que parecía una mirada extraña de alegría y empatía (ahora sé que pensaban para sus adentros: ¡bienvenida a nuestro mundo!). Toda la emoción empezó a tener sentido cuando nació mi bebé. Estoy segura de que si tienes hijos, sabes de lo que estoy hablando: ser mamá te cambia más que nada nunca antes en tu vida.
Así es que en esta ocasión especial, y en estas extraordinarias circunstancias de encierro, en las cuales todas estamos siendo mamás de tiempo completo, me gustaría inhalar y exhalar (para no volverme loca), y compartir con ustedes las 5 razones más importantes por las cuales ser madre han hecho que mi vida sea más plena.
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1. Amor incondicional
A pesar de que suene trillado y lo hayamos escuchado mil veces: nunca has amado a nadie incondicionalmente hasta que tienes un hijo. Suena muy romántico, pero estoy segura que esto se debe más a razones biológicas de supervivencia de nuestros genes en la tierra, que a que de la noche a la mañana hayamos adquirido la habilidad de amar a alguien sin esperar nada a cambio. Cuando tienes hijos, literalmente darías tu vida por que nada les pasara. Yo quiero tanto a los míos que a veces siento como si físicamente me doliera el corazón.
2. Propósito de vida
Ser mamá da mucho sentido a tu vida. No estoy diciendo que no haya otras cosas que también le den sentido, pero en mi experiencia personal es un proyecto para el que vale la pena cualquier esfuerzo. Nunca he conocido a una madre que me dijera que se arrepiente de haber pasado tiempo con sus hijos, o de haber dedicado tanta atención a su crianza y educación. Los hijos son una razón para intentar hacerlo todo mejor una vez, y otra vez, y otra… todos los días.
3. Crecimiento personal
Los niños vienen con un espejo gigante incluido; en él puedes ver tu reflejo y hacerte consciente de todas tus áreas de oportunidad como persona (de tus demonios, para llamarlos por su nombre). Si prestas atención, como la renombrada autora Shefali Tsabary dice “el niño nunca es el problema; el problema es siempre la incompetencia del padre para cubrir las necesidades del niño”. Esto ha sido muy cierto para mí. Cada vez que tengo un problema o desafío con mis hijos, me doy cuenta de que hay algo en lo que yo tengo que trabajar: un miedo, una carencia, una emoción no resuelta, etc. Casi siempre termino sintiéndome agradecida por este nuevo pedazo de información que hace que tenga que volver a empezar de nuevo en mi camino de desarrollo personal.
4. Maestros de paciencia
El día que nace tu pequeño retoño, has adquirido un coach de paciencia para toda la vida. Si lo que quieres es practicar esta cualidad, la mejor fórmula es tener un hijo. No me malentiendan, me encanta ser mamá, pero cuando se trata de hacerte perder los estribos, los niños saben a la perfección cómo; esto te da incontables oportunidades para desarrollar esta virtud tan importante.
5. El Aquí y ahora
Estar en el presente es por mucho la lección más importante que mis hijos me han dado. Estoy convencida de que la paz, el crecimiento, el amor, están todos en el momento presente y sólo en él. Para mí ha sido siempre un enorme reto vivir en el aquí y el ahora: constantemente recordando experiencias y sentimientos pasados, o proyectando a futuro lo que quiero lograr o llegar a ser. Mis niños han sido mi recordatorio número uno de que estar en el momento presente, donde ellos viven todo el tiempo, abre un mundo lleno de asombro, alegría y posibilidades.
Habiendo dicho todo esto, quiero contarles que esta cuarentena ha sido un desafío para mi como mamá. Estoy segura de que muchas de ustedes están en el mismo barco conmigo. Por eso antes de terminar de escribir esta nota, me gustaría brindar por todas las mamás que están allá afuera intentando hacer su mejor esfuerzo todos los días para guiar a estos pequeños pero majestuosos seres espirituales en su trayecto por la vida.
Acerca del autor
Como parte de la familia Xinalani, Andrea es adepta al yoga y la meditación. Ella es madre de dos y apasionada por las lenguas y letras. Tiene un título en Escritura Creativa y ama compartir nuevas ideas y críticas profundas en una divertida manera prêt-à-porter.