¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo que te hiciera sentir ligera, curiosa… incluso de cabeza?
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El yoga aéreo no se trata de acrobacias o posturas complicadas.
Se trata de liberar tensiones, fortalecer el cuerpo y traer alegría al movimiento.
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Y en Xinalani, todo esto sucede con la brisa de la selva en la piel y el sonido del mar a lo lejos.
¿Qué es el yoga aéreo, realmente?
El yoga aéreo utiliza una hamaca de seda suave, suspendida del techo, para sostener el cuerpo en diferentes posturas — algunas en el suelo, otras en el aire.
No se trata de ser flexible.
No se trata de ser valiente.
Se trata de confiar en la hamaca, en tu respiración y en tu curiosidad.
Desde estiramientos suaves hasta posturas invertidas, esta práctica da espacio a la columna, alivio a las articulaciones y descanso a la mente.
¿Por qué probarlo?
Podrías sorprenderte con lo que ocurre cuando tu cuerpo se eleva — y tus expectativas se sueltan.
Muchos alumnos descubren beneficios como:
- Descompresión de la columna: las inversiones se vuelven accesibles y seguras.
- Fuerza en el core: conocerás músculos que ni sabías que tenías.
- Relajación profunda: flotar en savasana es como un suspiro completo.
- Confianza corporal: hay algo mágico en soltar y confiar en la seda.
Y sobre todo — es divertido.
El juego también es medicina.
La experiencia de yoga aéreo en Xinalani
Ahora imagina todo eso… en un shala en la montaña, rodeado de selva, con vista al mar.
En Xinalani, el yoga aéreo no es solo una clase.
Es una experiencia.
- Nuestro estudio al aire libre deja entrar la luz, el viento y los sonidos de la naturaleza.
- Nuestros maestros están certificados y saben guiar a todos los niveles.
- Si viajas al hotel por tu cuenta, las sesiones son opcionales, para que armes tu retiro a tu medida.
- O si el vuelo es lo tuyo, únete a un retiro especializado de yoga aéreo (encuentra la lista al final de este post)
Ya sea tu primera vez o la número cincuenta, este es el tipo de lugar donde tu práctica puede volar.
No se trata de la postura — se trata de soltar
En el yoga aéreo, algo cambia cuando tus pies dejan el suelo.
Estás suspendida, sí — pero también sostenida.
Quizá estés de cabeza — pero viendo todo desde otro ángulo.
No se trata de “hacerlo perfecto”.
Se trata de sentir lo que pasa cuando confías… y te dejas llevar.
“Cuando estoy de cabeza, veo las cosas distinto.
Y a veces, eso es justo lo que necesito.”
¿Lista para volar?
Revisa nuestro calendario de retiros y nuestro calendario de clases — y guarda tu lugar en la hamaca.
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